A los siete años de edad, Owen Howkins presenta uno de los rarísimos casos médicos del síndrome de Schwartz-Jamel, una enfermedad crónica que afecta a los músculos volviéndolos tan tensos que limitan el crecimiento de los huesos y el movimiento del paciente.
La condición del pequeño Owen también afecta su apariencia, lo que lo transformó en un niño tímido e inseguro.
Es aquí donde entra Haatchi, un perro karabash con su propia historia de superación: el animal fue encontrado junto a una línea del tren, estaba abandonado y gravemente herido, el perro fue adoptado por la familia Howkins y, con ellos, se fue adaptando a vivir con apenas tres patas. Haatchi, a pesar de toda la empatía que creo con el pequeño, ignora lo mucho que su adaptación a una vida diferente respecto a otros perros cambió la percepción que Owen tenía sobre su propia discapacidad.
“La transformación de Owen fue inmediata“, dice el padre, Will. A los pocos días, un niño que no quería salir a la calle y tenía dificultades para interactuar, “anunciaba, frente a toda la escuela, que quería empezar a caminar por cuenta propia, sin silla de ruedas o andaderas“. “Él reconstruyó toda la confianza que había perdido“, concluyó Will.
Las fotos y los videos de Owen y Haatchi han recorrido todo el Reino Unido (la familia vive en Basingstoke, Inglaterra) demostrando, una vez más, el poder de la relación entre los niños y los animales.
“Lo mejor de tener a Haatchi por mucho es, todos los días, volver a casa, de la escuela y darle un abrazo“, dice Owen.
En seguida la historia contada en fotos y parte del documental A Boy and His Dog, realizado por alumnos de la Universidad de Hertfordshire.
Fuente. http://marcianosmx.com/