Mientras investigaba desesperada en las noches, dejó a su bebé dormir en el fregadero, pero gracias a eso pudo salvarle la vida.
Luego de ir a varios médicos, todos le confirmaron lo mismo; Isaías padecía un serio caso de eccema, y le recomendaron una crema para combatir dicha enfermedad. Cuando empezaron con ese tratamiento, todo iba bien, sin embargo no pasó ni una semana, y las erupciones empezaron a avanzar nuevamente. No tuvieron más opción que aplicar más crema, sin embargo días después todo empeoró a tal punto que si Stephanie o cualquier persona tocaba al niño, le producía un dolor enorme y este rompía en llanto naturalmente.
Sin embargo, Stephanie descubrió que el único lugar donde Isaías no lloraba, era en el fregadero, con la llave abierta, o sea con agua constante en su cuerpo, ese era el único lugar donde todo estaba más calmado.
Visitaron aproximadamente 35 médicos y ninguno los ayudó. Entonces recurrió a su última esperanza; Internet. Cuando empezó a investigar, logró ver casos similares de otros niños, y luego de investigar, descubrió que probablemente lo que lo empeoraba era la crema proporcionada por los médicos. Para estar segura, así lo hizo, dejó de aplicarle la crema y preparó su propia crema utilizando hierba de limón y zinc.
Los cambios fueron increíbles, inmediatamente Isaías empezó a mejorar, y el primer mes estaba prácticamente curado. Después de 10 meses, Isaías es un niño completamente normal. Aclaramos además que esto no significa que los médicos no tengan razón, sino que consideren la posibilidad de que pueden estar equivocados.
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